EL BURRO FLAUTISTA

Acabo de llegar a casa después de mi paseo en bici.

En mi recorrido por el carril bici. Las flores ya están aquí antes de llegar el mes de Mayo.

POR CASUALIDAD. Sí por casualidad ya que no es muy frecuente, en un cortijo he visto un burro. O un asno como quieran. Y me ha venido a la mente aquella fábula de Iriarte:

Aunque me la se de memoria desde mi niñez y las muchas veces que la he leído en nuestros primeros libros de lectura, iba a acudir  para cerciorarme a cualquiera de los libros de mis años que conservo o a alguna enciclopedia, pero, me he acordado que podría estar en internet. Y está.


Esta fabulilla,

salga bien o mal,
me ha ocurrido ahora
por casualidad.

Cerca de unos prados
que hay en mi lugar,
pasaba un borrico
por casualidad.


Una flauta en ellos
halló, que un zagal
se dejó olvidada
por casualidad.


Acercóse a olerla
el dicho animal,
y dio un resoplido
por casualidad.


En la flauta el aire
se hubo de colar,
y sonó la flauta
por casualidad.


«¡Oh!», dijo el borrico,
«¡qué bien sé tocar!
¡y dirán que es mala
la música asnal!».


Sin reglas del arte,
borriquitos hay
que una vez aciertan
por casualidad.